De
las obras de Shakespeare,
creadas en una época de transición en el teatro isabelino, habría que destacar
casi todos sus títulos. Sus obras han sido interpretadas y adaptadas en
innumerables ocasiones y son todavía hoy representadas y consideradas como
fuente de inspiración. Quizá, si hubiera que elegir, habría que señalar Romeo y Julieta, El rey Lear, Hamlet, Macbeth o
Julio César,
entre las tragedias, y El sueño
de una noche de verano, El mercader de Venecia, La tempestad o La fierecilla domada, entre las
comedias. También habría que dedicar especial atención a sus recreaciones
históricas, como Enrique
VIII o Ricardo
III, entre otras.
En
el campo de la poesía, Shakespeare
celebra el amor con sus versos, destacando especialmente su
serie de Sonetos o
en Venus y Adonis.
La mayor parte de sus poemas han sido antologados con criterios en ocasiones
arbitrarios, dando como resultado numerosas antologías bajo su nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario